Las “calaveritas” constituyen, desde hace mucho tiempo, parte del folklore urbano vinculado a los festejos de Días de Muertos. Actualmente, resultan casi inseparables del clima generado por las calaveras de azúcar con ojitos de papel brillante, el pan de muertos, las calacas móviles, los juguetes y miniaturas populares con esqueletos y el papel calado con motivos afines.
Este divertimento literario fue perfeccionado durante la época colonial y abreva, como todo lo vinculado al tema, en el sincretismo entre creencias prehispánicas y conceptos traídos por los conquistadores y reafirmados por los frailes evangelizadores.
Si bien el culto a los muertos existe en todas las sociedades, la concepción mexicana es producto de ideas existentes en pueblos españoles del siglo XVI que se fundieron con costumbres y creencias indígenas que la evangelización no consiguió desarraigar. Este proceso confluyó en las especiales características que la fiesta posee en la actualidad.
Las “calaveritas” son versos populares breves, por lo general satíricos y burlones, mediante los que se ironiza sobre algún individuo o personaje al cual van dirigidos. Están escritos a modo de epitafios y es muy común tratar al aludido como muerto, vinculándolo a expresiones cómicas de su actividad, profesión, cargo o atributo, con absoluto desenfado por su poder o posición social.
Este divertimento literario fue perfeccionado durante la época colonial y abreva, como todo lo vinculado al tema, en el sincretismo entre creencias prehispánicas y conceptos traídos por los conquistadores y reafirmados por los frailes evangelizadores.
Si bien el culto a los muertos existe en todas las sociedades, la concepción mexicana es producto de ideas existentes en pueblos españoles del siglo XVI que se fundieron con costumbres y creencias indígenas que la evangelización no consiguió desarraigar. Este proceso confluyó en las especiales características que la fiesta posee en la actualidad.
Las “calaveritas” son versos populares breves, por lo general satíricos y burlones, mediante los que se ironiza sobre algún individuo o personaje al cual van dirigidos. Están escritos a modo de epitafios y es muy común tratar al aludido como muerto, vinculándolo a expresiones cómicas de su actividad, profesión, cargo o atributo, con absoluto desenfado por su poder o posición social.
CALAVERITAS
En muchos lugares de México las festividades de Días de Muertos adquieren características propias, de fuerte contenido local. Por otro lado, en las grandes ciudades y en épocas recientes se observa un resurgimiento en la instalación de altares familiares y ofrendas, en sectores sociales que habían abandonado esa práctica.
“ El pueblo mexicano ha creado un singular elemento subjetivo de defensa contra la muerte, con la colaboración de la muerte misma. Para ello le basta colocarse, ayudado por la fantasía, en el terreno en que la gran niveladora barre a todos, ricos o pobres, humildes y poderosos, con la misma inexorable guadaña...” este párrafo puede leerse en el magnífico prólogo a la obra: José Guadalupe Posada - ilustrador de la vida mexicana -, editado en 1992 por el Fondo Editorial de la Plástica Mexicana. Más adelante se reafirma en el mismo texto: “ El culto a los muertos no es en los mexicanos una aberración del espíritu. Por el contrario es un acto de fe robusta en la eternidad del hombre y de sus obras” .
A modo de ejemplo les presento continuación algunas “calaveritas”, tomadas de muy diversas fuentes:
A la tortillera Comenzaremos, señores, con Juana la tortillera que vende buenas tortillas pero están tan amarillas que dicen que es calavera. | |
Al barbero de barrio Muchos prodigios hiciste con el pelo y con la barba por eso no se te escarba la losa en que sucumbiste. Algunas cortadas diste a la gente pasajera. Mas ahora por tu tontera yaces dentro de una mortaja, con tijeras y navaja para tuzar calaveras. | |
Al carpintero de afición Tu hiciste mucho primores como fueron malas puertas unas torcidas o tuertas y otros malos mostradores. Pero en fin, tus valedores que te quisieron de veras vienen todos con sus ceras y muy piadosos a verte que estás por tu infausta suerte entre tantas calaveras. | |
A la enchiladera En la pulquería se sienta Panchita la enchiladera que hace muy buenas chalupas pero siempre está en disputas y le han puesto calavera. | |
Al gendarme Gendarme de profesión murió con recuerdos malos, resultado de los palos que dio con su ocupación; se fue con resignación en busca de unos trompetos, y aquellos malos sujetos me lo apalearon un día y fue a la difuntería a cuidar los esqueletos. |
“ ¿No me da pa´mi calaverita?”
Como parte de las actividades que la Embajada de México organizó para celebrar el Día de Muertos, fecha tradicional en la cultura de los mexicanos.
1. La Peti, exiliada.
Autor: Carlos María Ruvira
Exilio que se destaca
Exilio de una persona
Es el País de la Flaca,
La Huesuda, la Pelona.
La Peti fue allí a parar
Esa fue la gran macana
La de esta mujer sin par
Argentina y mexicana
Que se murió el socialismo
Que se murió el paradigma
Que al final era lo mismo
Que se muriera ella misma
Cuando la parca la vió
Con una silla en su mesa
Esto fue lo que pensó
De tan genial cordobesa:
“El primero de noviembre
no me traigan comidita
Yo me engullo a la que siempre
Fuera en vida tan bonita.
”“ Con su mortaja de saco
está para una enchilada:
derecha, parece un taco,
dobladita, una empanada”.
2. Autor: FABIÁN CABRAL
Blanca hechicerita de las tinieblas
Prepara la soga otra vez
Llévame alto muy alto
Como la última vez
Como disfruto ese viaje
Seré difunto otra vez.
3. Amor
Autor: Autor: Gastón Ernesto Alvarez
A la vuelta de la esquina
a la damita mortal veo
¡ay, ay! ¡Ay cómo trajina!
¡ay, ay! ¡Ay con su meneo!
¿Se querrá enamorar de mí?
me sigue y no se detiene
me alcanza y en gran frenesí
la dulce muerte deviene.
Sus manitas me cosquillean
cuando me invita a comer
hay tacos y enchiladas
todo un festín por doquier.
Allí está, mi dama, mi reina,
cumpliendo todo mi deseo.
¡ay, ay! ¡Ay cómo trajina!
¡ay, ay! ¡Ay con su meneo!
0 comentarios:
Publicar un comentario